En los pasados comicios del 2 de junio, el PRI tuvo los resultados más bajos en su historia, por lo que pasó de ser la tercera a la cuarta fuerza política nacional, mientras el PAN perdió la gubernatura de uno de sus bastiones: Yucatán, y el PRD se quedó sin registro al no alcanzar 3% de los votos.
A esos resultados se agregan las divisiones al interior de ambos partidos. Por ejemplo, en el PRI hay una disputa para que Alejandro Moreno no se reelija, y en el PAN, panistas le han reclamado a Marko Cortés que sólo haya asegurado su escaño en el Senado.
Todo esto provocará, consideran analista políticos, que legisladores de oposición se cambien a la bancada de Morena; sobre todo, en el escenario de que si el partido del presidente no logra la mayoría calificada, por los ajustes de las reglas de sobrerrepresentación, entonces estará buscando sumar a diputados y senadores para alcanzar la votación necesaria y poder hacer las modificaciones constitucionales que requiere, al menos, la reforma judicial.
“Sí creo que habrá un éxodo sobre todo del PRI y del PAN a Morena o Movimiento Ciudadano, pero sí con el debilitamiento que hubo de estos partidos que están en la coalición, seguro habrá migración. Eso es indiscutible”, destaca la analista.
La experta recuerda que los cambios de grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión no son algo nuevo, pues eso se ha visto en otras legislaturas; sin embargo, considera que esta vez podrían registrarse más renuncias a sus partidos de origen para llegar a Morena o Movimiento Ciudadano.
“Creo que va a ser muy interesante y ver estos diputados, estos legisladores, que a lo mejor arrancan, pero a la primera o a la segunda semana pudiera darse la desbandada de acuerdo a la vía interna de los partidos”, menciona.
Señala que si se presenta un grupo de entre 10 o 20 legisladores los que dejen sus bancadas para irse a Morena, entonces quedará rebasado el tema de la sobrerrepresentación, y que las reformas constitucionales del presidente y de Claudia Sheinbaum pasarán sin problema, pues para ello es necesario alcanzar la mayoría calificada, que es al menos 334 votos en la Cámara de Diputados.
El politólogo Patricio Morelos comenta que, después de una elección, es natural que se vean “salidas” de militantes hacia otros partidos, y más, dijo, cuando hay “derrotas contundes” como pasó con el PAN y el PRI en los comicios del 2 de junio.
“Vamos a ver la transferencia de muchos cuadros, de muchas personas. El problema para ellos es que pareciera que hoy solo hay dos opciones, que sería la 4T o Movimiento Ciudadano”, comenta.
El reacomodo del poder se da principalmente en los partidos derrotados, explica Ernesto Díaz Iturbide, experto en materia legislativa, indica que tras estos comicios hay un reacomodo de fuerzas al interior de los partidos.
“Estuvieron realmente avasallados por el triunfo electoral de Morena y sus aliados y esto tiene varias implicaciones. Algunas de ellas son fracturas internas adentro del PRI y el PAN y, a pesar de que sus dirigentes, tanto Marko Cortés como Alejandro Moreno, van a tener una posición plurinominal en el Senado de la República, sus liderazgos están seriamente cuestionados”, menciona.
Coincide con lo señalado sobre el escenario supuesto de si Morena y sus aliados no alcanzan las curules y escaños, entonces buscarán sumar a legisladores de la oposición.
“Si Morena y aliados no alcanzaran los escaños y las curules necesarias para tener una mayoría calificada, la presión o la posibilidad de comprar adeptos –dentro del Senado de la República y la Cámara de Diputados– para conseguir esa mayoría calificada va a ser muy grande y esto va a ser muy tentador para algunos senadores y diputados pasarse a Morena”, advierte.